lunes, noviembre 27, 2006

Instrumentos del cuarto poder

El Caso Watergate fue un escándalo político que supuso una crisis constitucional en los años setenta en los Estados Unidos. La prensa, considerada tradicionalmente como cuarto poder, se convirtió, al menos en este casco, en auténtico primer poder. La denuncia de dos reporteros y su tenacidad fueron los determinantes del acorralamiento del presidente de la primera potencia mundial, Richard Nixon, elegido adémás por abrumadora mayoría. La prensa, como voz del pueblo, ejerció su derecho a la opinión y al diálogo y demostró ser el mejor instrumento en favor de la justicia y la verdad y en contra del abuso y la corrupción.

Lo fácil en esta temática es admitir que la prensa y el poder en nuestros días tienen una estrecha vinculación que no permitiría un nuevo Caso Watergate. Han sido innumerables las ocasiones en las que los periódicos han sufrido presiones e incluso sus responsables han sido amenazados y perseguidos. Sin embargo, estos atentados contra la independencia no consiguieron su fin, teniendo en cuenta los dispares régimenes políticos que se han sucedido en España. Si considerara que todos los medios de comunicación siguen siendo fielmente compatibles con las fuerzas políticas, no hubiera estudiado esta carrera.

En la actualidad, la prensa pasa por una difícil situación debido a la competencia de Internet, los gratuitos y generada también por la incredulidad de los lectores al observar, en algunos casos, las vinculantes relaciones entre medios de comunicación y poderes económicos y políticos.

Los lectores tienen el anhelo de independencia informativa al observar que algunos periódicos publican notas de prensa siempre afines a sus fuentes y tienen esa zona oscura que consiste en no profundizar mucho y llevarse bien con anunciantes, posibles socios y el poder, sea cual sea.








Sin embargo, mi opinión es contraria a esos puntos de vista al considerar que todavía en nuestros tiempos hay espacio para la investigación periodística y para la publicación de noticias que puedan hacer tambalear los pilares de una sociedad. Huyo de la convicción de que los periódicos sólo publican las noticias que favorecen a una determinada corriente, no por ser ilusa, sino porque se que es posible la independencia y la información propia. El periodismo es el cuarto poder y por ello posee las suficientes herramientas como para demostrar que el poder no controla a todos los medios de comunicación de este país.