jueves, octubre 05, 2006

Un juego llamado política

Un juego llamado política

La política es aquel proceso que está orientado ideológicamente a la toma de decisiones para la consecución de unos determinados objetivos. Definir política en España sería como el intento de un sector, con una ideología, de usar cuantas artimañas pueda para desbancar del poder al oponente político. En este juego no hay reglas; todo vale, incluso, en ocasiones la mentira. Sin embargo, esta actividad es necesaria para la convivencia.

Las directrices que sujetan las bases de la política son imprescindibles. Un ejemplo claro es la transición española y el ejercicio de responsabilidad que demostraron las diferentes fuerzas políticas. A través de este proceso, España experimentó un cambio trascendental mediante el cual pasamos de un modelo autoritario a uno democrático, ambos sustentados por la política pero con fundamentos totalmente opuestos. Así, se puso de manifiesto la voluntad de poder llevar a cabo decisiones que cambiarían el país. Proceso rompedor que ponía en bandeja la posibilidad de ejercer las libertades.

Así, la política es esa libertad ejercida por los políticos que en muchos casos terminan corrompiéndola. En ocasiones, se convierte en una lucha por conquistar el poder que los vencedores utilizan en su provecho. Los intereses entran en juego y la política resulta ser una concepción totalmente subjetiva en la que unos y otros utilizan las medias verdades como instrumento. Ejemplo de ello sería la Guerra de Iraq o el 11M en el que el gobierno ocultó información a los españoles mientras otros paises la ofrecían explicitamente. Ni tan siquiera se pidió perdón a pesar de que los sentimientos de todos los ciudadanos también formaban parte de ese juego llamado política. Por todo ello, esos intereses partidistas hacen que se llegue incluso a tratar la información con rédito político. ¿Hasta donde son capaces de llegar los políticos? ¿No hay límites?. Dejando esas preguntas en el aire, llego a la conclusión de que la búsqueda del poder para provecho de un determinado clan consigue que los ciudadanos pierdan la fe y la confianza en la política, a pesar de que se trata del motor que mueve la sociedad en la que vivimos.